El Museo Thyssen de Madrid alberga actualmente y hasta el mes de Marzo de 2021 una exposición organizada con motivo del centenario del nacimiento de Hans Heinrich Thyssen- Bornemisza, en 1921.
A la extraordinaria colección de obras adquirida por su padre, el barón añadió la compra de otras pertenecientes a distintos movimientos del siglo XX entre los que se encuentran magníficos cuadros de algunos pintores representantes del Expresionismo Alemán.
Pero antes de centrarnos en la exposición en sí misma, creo interesante hacer un análisis general del movimiento además del momento histórico en que éste se produjo para comprender mejor su significado.
¿QUÉ ES EL EXPRESIONISMO? ¿EN QUÉ MOMENTO Y CIRCUNSTANCIAS SE PRODUJO?
El movimiento artístico que se conoce como Expresionismo se desarrolla a principios del siglo XX, fundamentalmente entre 1905 y 1920, aunque algunos pintores continúan con ese concepto hasta algunos años después.
Cronológicamente se sitúa a continuación del Impresionismo pero también conceptualmente, pues de alguna manera, y como sucede generalmente, surge como respuesta a él. El Impresionismo pretende producir en el observador una sensación, una percepción del mundo que lo rodea, mientras que la intención del Expresionismo es transmitir el sentimiento, la visión que del mundo tiene el artista. Dos puntos de vista opuestos, por tanto.

Es importante tener en cuenta las condiciones en las cuales nace esta corriente y el lugar en que sucede. El escenario se sitúa a principios del siglo XX, en un continente, Europa, cada vez más fuertemente industrializado, con un gran desarrollo de las ciudades y vislumbrando en el horizonte la inevitable Primera Guerra Mundial.
En este ambiente los artistas sienten la necesidad de expresarse, inventando nuevas formas, dejando ver a través de sus obras su inconformismo con lo que está sucediendo en sus países y, más fuertemente en Alemania, cuna principal del movimiento.
La ruptura con la pintura impresionista implica una distorsión de las formas, una exageración de las escenas representadas, una dramatización de los sentimientos y por tanto, una representación subjetiva de la vida, del mundo real. Si hubiera que asociar un término que definiera con claridad el Expresionismo sería subjetividad.
Esta fue precisamente la idea que quisieron transmitir y que a los ojos de los academicistas y, por decir de alguna manera, ortodoxos, la convirtió en una pintura irreverente.
Gauguin y Van Gogh fueron precursores de este arte espontáneo, personal, primitivo en muchos casos, porque rompieron con el Impresionismo en el que crecieron y del que se alimentaron en un principio.
Gauguin buscaba la esencia primitiva, original, alejándose del arte metódico, en una evolución clara hacia el simbolismo y el sintetismo. Esta búsqueda lo llevó a las islas Marquesas donde pintó sus mejores cuadros, los que definen su verdadera identidad y dónde falleció en 1903. Esta pintura lo convertiría en una de las figuras más influyentes del arte de finales del siglo XIX.
Gauguin entró en contacto con los hermanos Van Gogh, Theo sería su marchante y Vincent compartiría experiencias pictóricas con él en Arlés.
Vincent van Gogh conoce en París a Toulouse Lautrec y otros impresionistas que influyen en su pintura notablemente, sobre todo en sus paisajes y bodegones. Sin embargo cuando entra en contacto con Bernard y Signac, que consideran el impresionismo caducado, su pintura da un giro importante hacia un nuevo estilo. Su pintura es sincera, fresca; sus colores intensos, luminosos; sus pinceladas grandes, bruscas. De esta manera también influye en la pintura del siglo XX como lo hiciera Gauguin.
EXPRESIONISMO ALEMÁN EN LA COLECCIÓN DEL BARÓN THYSSEN
La exposición que se inició en Octubre de 2020 en el museo Thyssen está organizada, según la comisaria Paloma Alarcó, en torno a tres conceptos: proceso de creación de las pinturas, aceptación por parte del público y relación del barón con los marchantes en el mercado internacional.
La muestra está organizada en ocho salas:
En la Sala 1, Talleres y estudios, yo destacaría particularmente “Fränzi ante una silla tallada” (Kirchner).

En la sala 2, Referentes, se puede admirar el cuadro de Van Gogh titulado “Les Vessenots en Auvers” pintado en 1890, así como “Idas y venidas, Martinica” que Gauguin pintó en 1887 entre otras muchas obras.

La sala 3, Exteriores.
La sala 4, Aires populares, muestra cuadros de Kandinsky entre los que se encuentra “Pintura con tres manchas” 1914, que realizó en Munich antes de su regreso a Rusia por la guerra.

En la sala 5, Difusión, cuadros de August Macke.
En la sala 6, Estigmatización, está expuesto uno de los cuadros más llamativos quizás, de Ernst Ludwig Kirchner llamado “Calle con buscona de rojo”, pintado entre 1914-1925. Se trata de una escena callejera de Berlín.

Sala 7, Rehabilitación.
Sala 8, Internacionalización.
EXPERIENCIA PERSONAL
La visita a esta exposición fue una estupenda experiencia para admirar una muestra de esta corriente nacida en Europa, influenciada por el ambiente previo a la guerra, en el que los pintores se sintieron oprimidos por las circunstancias. Personalmente la recomiendo a todos los amantes de la pintura por ser un testimonio activo de nuestra historia de principios a mediados del siglo XX, cuyos acontecimientos están muy presentes en nuestra memoria aún.
¡El expresionismo alemán bien merece una visita!