Siguiendo con el cine español y nuestro blog, en esta ocasión el protagonista es Antonio López. La película, «Apuntes del natural», está dirigida por Nicolás Muñoz Avia y es un testimonio natural y amable de la vida del pintor y escultor de Tomelloso.
A lo largo de ella lo vemos pintar en distintos escenarios al aire libre, en un estudio ubicado en plena Gran Vía, en la calle… por ser el trabajo al natural el que más le gusta, en contraste con el arte de la modernidad, que es un arte más íntimo, de estudio, que apenas sale al exterior.
Entre sus temas favoritos se encuentra Madrid, cuyas calles constituyen una buena parte de su obra. Con respecto a la ciudad, reconoce que la arquitectura sin firma, los edificios sin ninguna seña de identidad especial, son sus preferidos pues, de alguna manera son edificios que se adaptan a las calles, se asocian a la vida de las personas.
Hay una peculiar característica que comparto: la luz, que en Madrid es especial.
No obstante la obra de A. López también está llena de interiores, lavabos, muebles, habitaciones en desorden con un cierto deterioro. Este interés obedece a la opinión de que éstos hablan por sí mismos de la gente que los habitan. ¡Es increíble la perfección con que están pintados!
Sobre su manera de pintar.
La otra película que, según él mismo cuenta aún no ha podido ver, nos muestra su manera de pintar, con detalle, parsimonia y algo de machaconería. Se titula «El sol del membrillo» y la dirigió, con sensibilidad e inteligencia, Víctor Erice. Tal vez fuera a raíz de ella que ha trascendido la idea de su lentitud al trabajar.
Él mismo confiesa que no es capaz de poner el punto y final a sus cuadros y que la mayoría de las veces es el cansancio el que lo hace: “en realidad no creo que sea lento, la mía es una manera compleja de pintar”.
Hay en su obra otra disciplina que trabaja con frecuencia: la escultura, que considera un complemento en el cual se apoya y que al decir de él mismo “sólo necesitan aquellos que no pintan bien”.
Respecto a la tristeza que muchos creen ver en su pintura, Antonio López considera que es la opinión de algunos que no saben, pues retrata el mundo tal como lo ve, sin maquillaje.

Sobre su vida.
Nació el 6 de Enero de 1936 en Tomelloso. Comenzó en la pintura siendo un niño y ya a los 13 años pintaba del natural. Cuando todo indicaba que debía trabajar en una fábrica, la intervención de su tío, también pintor, hizo que sus padres permitieran su ingreso en Bellas Artes en 1950.
Allí conoció a la que sería su esposa. En 1961 empezó a trabajar en una galería de arte, punto de partida de su participación activa en el mundo laboral.
Personalmente, me parecen muy interesantes algunas reflexiones que hace sobre el hecho de pintar. En algún momento de la película dice que “el pintor resuelve sus dudas más fácilmente que cualquier otro profesional pues sólo él las conoce”.
A cerca de la tristeza del pintor, “No ser entendido es lo verdaderamente doloroso”.
De nuevo invito a todo el mundo a ver cine español. Me reitero ¡El cine español tiene mucho que decirnos!