Echando un vistazo a las estanterías de la librería, mi mirada se detuvo en La pasión turca. Aquel libro, que leí en 1993, llegó en un momento muy especial a mi vida y dejó un rastro indeleble en ella.
Este me gustaría que fuera un homenaje a Antonio Gala, su autor, un caballero, elegante en las formas, el vestir y la palabra. Nació en Córdoba en 1936, donde escribió sus primeras obras. A los 15 años empezó la carrera de Derecho y posteriormente estudió también Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Económicas, licenciándose en todas ellas.

Se dedicó exclusivamente a la literatura a partir de 1963, cultivando distintos géneros: la poesía (Testamento andaluz), el relato (La pasión turca), ensayo, guión televisivo, periodismo (Trabajó en El País y El Mundo), teatro (Los verdes campos del Edén). Escribió un largo etcétera de maravillosas obras más en todos ellos.
En 1988 estrenó Carmen, Carmen, el musical; además compuso también para ópera. Sus obras han sido traducidas a las lenguas más importantes. Obtuvo el Premio Planeta en 1990 con su primera novela: «El manuscrito carmesí».
ARGUMENTO DE LA NOVELA

El amor es el tema de la novela, su argumento. Desideria, decepcionada de su matrimonio, viaja a Turquía para hacer turismo. Allí conoce a un joven turco, Yamam, del que se enamora sin saber nada de él. A pesar de ello, abandona todo para vivir a su lado, sin límites, hasta las últimas consecuencias. Pronto el drama llegará a su vida en Estambul, el desencuentro, la vivencia de escenas sórdidas hasta su degradación personal, física y moral.
La novela es una reflexión, magistralmente trazada por A. Gala que sabe crear un ambiente en el que el lector ama y sufre con Desideria hasta su desenlace final.
¡Por cierto, fue convertida en una película que dirigió con maestría Vicente Aranda!
Os invito a leer esta gran novela de amor.