El museo Jacquemart-André está ubicado en el magnífico palacio del siglo XIX que mandó construir Edouard André, heredero de una de las mayores fortunas del Segundo Imperio y coleccionista de arte. Se encuentra en el Boulevard Haussmann, distrito VIII de París.
El arte forma parte de ese mundo subjetivo que todos tenemos. Cada uno de nosotros busca y ama algo diferente en las obras que admira. Haciendo la salvedad de siempre, respetando el gusto ajeno y, al decir de mis padres y abuelos, ‘quitándome el sombrero’ ante cualquier maestro de la pintura, yo tengo mis pintores favoritos. En este escrito me propongo hablar de ellos, explicando las razones por las que están en mi ideario.
Cuando alguna situación me angustia, los cuadros y los libros me ayudan a seguir adelante. En esta ocasión el “tsunami” que nos ahoga me ha empujado a leer, escribir o pintar, intentando ocupar los espacios libres en alguna actividad que compensara el desasosiego que sentía y aún siento.
Hacía tiempo que tenía en mente la imagen de las mujeres llamadas “de cuello largo o cuello jirafa” cuyo poblado visité en el norte de Tailandia, a escasa distancia de Chiang Mai. Son Padaung, grupo étnico o tribu Karen. Llegaron a esa región húmeda huyendo de la guerra civil en Birmania, donde sus miembros eran despreciados por el gobierno.
Portada de ‘El agua de lluvia hace crecer el cabello’.
A medida que avanzaba en la escritura de “El agua de lluvia hace crecer el cabello”, pensaba en muchos momentos en cómo debería ser la portada que mejor lo presentara.
La editorial me ofreció diversas posibilidades, a buen seguro, todas buenas. Sin embargo, puesto que el recorrido hasta publicar el libro estaba siendo producto solo de mi esfuerzo, quería que la portada fuera el remate final de esa tarea.
Hace un par de años fui a visitar GIVERNY, uno de los primeros pueblos de Normandía que uno encuentra cuando viaja desde París y a buena distancia para ir y volver en el día. Allí se encuentra la deliciosa casa donde Monet, en medio del campo, creó un cuadro vivo, real, junto a su familia.
Durante el verano de 1990 se celebró en Holanda el centenario de la muerte de Vincent van Gogh (nacido el 30 de marzo de 1853 en Groot Zundert, Holanda, y fallecido en 1890 en Auvers-sur-Oise, Francia). Amsterdam y Otterlo acogieron obras suyas procedentes de todas partes del mundo, de colecciones privadas y museos.
Por ese motivo viajé con mi familia a Holanda, iniciando ese año un recorrido tras sus huellas, que aún no he terminado.
En el Rijksmuseum (Museo Nacional de Ámsterdam) nos encontramos muchos admiradores, cuya inquietud era ver reunidas la mayor parte de sus cuadros en un solo lugar.
De eso se trata, ninguna otra frase podría sintetizar mejor el espíritu de este blog. Las dos disciplinas están, para mí, íntimamente unidas: cuando pinto deseo narrar lo que sucede en el lienzo; cuando escribo mi intención es convertir a los personajes en las figuras de un cuadro.