La visita a Sanabria tenía para mí muchas connotaciones personales y familiares por lo que desde el primer momento supuso un viaje muy especial. A lo largo de los días al sentimentalismo previo se añadió una larga lista de motivos para disfrutar enormemente de la comarca hasta hacerla inolvidable.
Está claro que no soy la primera persona que se siente atraída por este lugar tan mágico:
Mágico por su hermoso paisaje que desde la sierra de la Culebra al parque natural de Montesinho, además del espectacular lago de Sanabria, ofrece lugares de una belleza increíble.

Mágico por su exquisita gastronomía resultado de la mezcla de platos portugueses, gallegos y castellanos. Uno no debe marcharse de allí sin probar sus asados, incluso los que no sentimos una gran afición a comer carne, una buena trucha o un plato de revuelto de setas en alguno de los restaurantes micológicos que abundan por allí.
Mágico es el románico de la provincia y desde luego de la comarca, con la iglesia del monasterio de S. Martín de Castañeda o Santa María del Azogue en Puebla de Sanabria como exponentes señalados.
Mágico por la historia de la comarca, por la conexión con los grandes de la literatura: Cervantes y Unamuno. Sobre el primero existe una corriente de investigación que defiende la posibilidad de que el autor del Quijote hubiera nacido en un pueblecito llamado Cervantes, en el que se conserva una casa que es conocida como “la casa del escritor”.
En cuanto al escritor salmantino de la generación del 98, Miguel de Unamuno visita el lago de Sanabria en junio de 1930, hospedándose en el Balneario de Bouzas que hoy día está en ruinas prácticamente y que puede verse a lo lejos navegando por sus aguas a bordo de uno de los barcos que lo recorren.

Acudió allí en un episodio de crisis de fe. La vista del lago y del paisaje le inspiran su famoso libro “San Manuel Bueno, Mártir”.
En el prólogo Unamuno se refiere a la comarca como “escenario de desolación y miseria”, sensación que pocos años más tarde, año 1934, tuviera también el escritor Alejandro Casona al que parecieron durísimas las condiciones en que vivía la población.
Los directores de cine Ducay y Saura corroboraron esa pobreza extrema en 1954 cuando llegaron a la comarca con la intención de rodar una película que, finalmente, no pudieron llevar a cabo.

En la obra se recogen dos poemas, una referente a la leyenda de Valverde de Lucena, pueblo que según ésta se encuentra bajo las aguas del lago y otro referente a S. Martín de Castañeda.
En el monasterio de esa localidad hay una exposición en la que figura el poema de nuestro escritor y paisano, titulado “Espejo de soledades”, manuscrito original de su puño y letra. Me pareció un documento excepcional que reproduzco al pie de la letra:
San Martín de Castañeda,
espejo de soledades,
el lago recuerda edades
de antes del hombre y se queda
soñando en la dulce calma
del cielo de las alturas
donde se sume en honduras
de olvidos, ¡ay pobre! El alma
Men Rodríguez, aguilucho
de Sanabria, hoy ala rota,
ya el cotarro no alborota
para cobrarse el conducho
La historia paró; al sendero
de San Bernardo la vida
vuelve y de todo se olvida
lo que no ha sido primero.
Miguel de Unamuno
En el lago de San Martín de Castañeda, de Sanabria, oyendo el rumor de Valverde de Lucerna, sumida bajo las aguas, el día 1-VI-1930.
(En el pie del manuscrito figura la nota siguiente: “Documento cedido por Pilar y Julio Prieto Cirac. A la memoria de Raúl Prieto Cirac”).
La comarca hoy día, es un oasis de tranquilidad, belleza, buenas gentes y buen “yantar”.
¿Puede pedirse algo más?